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En RISUM Dental , nuestro equipo especializado en ortodoncia dedica el tiempo necesario al diagnóstico, planificación y supervisión para que este tratamiento sea un éxito. En una primera visita , nuestro equipo especializado es capaz de realizar el diagnóstico del paciente con todos los avances tecnológicos que existen, para decidir si el paciente necesita tratamiento en ese momento o no. En el caso que necesite tratamiento, este diagnóstico será fundamental para elaborar un plan terapéutico que se adapte a las necesidades del paciente. En RISUM Dental dedicamos el tiempo que haga falta al diagnóstico y planificación del tratamiento, con la aparatología más avanzada y con adaptación absoluta a los horarios del paciente, tanto a la hora de la colocación, el seguimiento o las necesidades del paciente. Dependiendo del tipo de tratamiento (si es ortopédico, si es con aparatos fijos o con alineadores invisibles) se requerirán visitas al odontólogo cada 6 a 8 semanas o, con menor frecuencia, cada 4 o cada 12 semanas. En RISUM Dental contamos con un servicio de ortodoncia todos los días laborables del año y limitamos el número de pacientes por cada especialista, para hacer el tratamiento más exclusivo y personalizado. ¿Por qué elegir RISUM Dental? En RISUM Dental Carabanchel nos especializamos en tratamientos de ortodoncia y ofrecemos garantía de calidad y servicio al paciente. Un tratamiento de ortodoncia se realiza una vez en la vida, y debemos estar seguros de elegir un centro dental en el que las probabilidades de que el tratamiento sea correcto sean altísimas. Además, como se hace a lo largo de varios meses, RISUM Dental se adapta a tus horarios o tus necesidades, repercutiendo de forma positiva sobre tu tratamiento.
La gran enfermedad odontológica, en su estado inicial de gingivitis afecta al 80% de la población y en su estado avanzado de periodontitis afecta entre el 25 y el 40% de la población de nuestro país.
En España, la caries afecta a la casi totalidad de los adultos y cerca del 40% de la población infantil y juvenil, mientras que la enfermedad periodontal afecta a 6 millones de adultos, de los cuales, el 10 a 15% desarrollan una forma severa. Aunque ambas patologías son causadas por microorganismos, se trata de enfermedades en las que intervienen múltiples factores que están relacionados con la capacidad inmunológica del individuo y con diversos factores externos (dieta, tabaquismo, higiene bucal, exposición al fluoruro, etc.). Debemos tener en cuenta que actualmente, no existen herramientas diagnósticas efectivas para predecir ninguna de estas dos patologías con el objetivo de evitarlas, mediante intervenciones preventivas eficaces. Quizás como un recurso de marketing, se han promocionado pruebas genéticas como un recurso innovador para diagnosticar de forma predictiva el riesgo de padecer estas patologías en el futuro. A pesar de ese halo de modernidad y de sofisticación que se transmite en la publicidad, estas pruebas genéticas se han descartado como método predictivo de caries o enfermedad periodontal, debido a que son poco sensibles y poco específicas: resultados falsos negativos: sólo son positivas en 7 de cada 10 personas que van a desarrollar estos cuadros en el futuro (sensibilidad 70%) resultados falsos positivos: en aquellos que dan resultado positivo en estas pruebas, sólo la mitad desarrolla estos cuadros en el futuro (especificidad del 50%). Por ello, recurrir a estas pruebas genéticas sólo encarece los costes para los pacientes en forma innecesaria ya que no son efectivas para el diagnóstico predictivo de caries o enfermedad periodontal . En consonancia con las principales Asociaciones Dentales Internacionales (Asociación Dental Americana, Asociación Dental Canadiense, Asociación Dental Australiana) que no reconocen la validez predictiva de estas pruebas, es importante conocer la opinión oficial del Consejo General de Dentistas de España : “no podemos, en base a la evidencia científica disponible en la actualidad, crear falsas expectativas diagnósticas en la predicción del riesgo de caries, enfermedad periodontal o peri implantitis, con herramientas que no reúnen aún los criterios exigibles de sensibilidad y especificidad. Los profesionales deben ser conscientes de que la utilización de técnicas diagnósticas no avaladas científicamente son constitutivas de mala práctica y suponen costes innecesarios para los pacientes”.
La salud bucal forma parte de la salud general y de hecho, la inflamación de las encías ( gingivitis ) que se produce en la periodontitis es un proceso crónico que, con el paso del tiempo, ocasiona la inflamación de los ligamentos y huesos que sostienen los dientes. Al ser una inflamación crónica , libera mediadores químicos de la inflamación a la sangre y, por esta razón, pueden afectar a cualquier órgano. Estos mediadores, denominados toxinas y citoquinas, junto con las bacterias que pasan a la sangre pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular, diabetes y artritis reumatoide , entre otras. Además, un estudio reciente realizado en plena pandemia por COVID-9, señala también su asociación con un mayor riesgo de complicaciones por la infección del coronavirus en pacientes con periodontitis. En estos estudios se ha comprobado que los pacientes con periodontitis tenían una mayor probabilidad de desarrollar la llamada tormenta de citoquinas que es responsable del rápido deterioro de muchos pacientes con enfermedad por coronavirus. Cuidar la salud de las encías para cuidar la salud Si cuidamos la salud de las encías para reducir el riesgo de aparición de la periodontitis tiene importantes consecuencias para la salud general. Y para ello es imprescindible prevenir la aparición de la periodontitis con un cuidado de la higiene oral, incluyendo el cepillado tres veces al día, la limpieza diaria interdental y la prevención de enfermedades de las encías, así como el uso de colutorios. Ponte en contacto con nosotros o visítanos en nuestro centro dental de Carabanchel para que nuestro equipo de odontólogos te aconsejen sobre las mejores opciones para recuperar y mantener tu boca sana.
La caries dental es la enfermedad más común en la infancia , siendo hasta cinco veces más frecuente que el asma. Provoca ansiedad y dolor en los niños, lo que conlleva una pérdida de atención en clase, alteraciones del sueño y dificultad para comer. Puede incluso llegar a ser un problema social y de autoestima si se pierden dientes por culpa de la caries. Si nos paramos un momento a pensar en los niños podríamos considerar lo siguiente: ¿Aprenden a jugar al fútbol acudiendo a una charla una vez cada seis meses o practicando en el patio todos los días? Con la higiene dental ocurre lo mismo; no basta con ir al dentista una vez al año, hay que fomentar la higiene a diario, incluso en los colegios, puesto que muchos niños por motivos económicos, sociales o culturales, no acuden al dentista. Volviendo a la incidencia de la caries, los niños que se quedan a comer en comedor suelen tener un mayor número de caries que aquellos que comen en sus casas, en gran medida debido a que se suele desatender la importancia de la higiene bucodental en los comedores escolares. Para que se produzca la caries sólo necesitamos dos parámetros, hidratos de carbono y bacterias. Cuando las bacterias digieren los hidratos de carbono se producen ácidos que atacan los dientes provocando las caries. Si eliminamos cualquiera de los componentes de esta ecuación, limitaremos la incidencia de caries en gran medida. La manera más sencilla es eliminar las bacterias, cosa que conseguimos simplemente con el cepillado y uso de la seda dental de forma habitual. Es importante que los niños, además de visitar al dentista al menos dos veces al año, adquieran los hábitos de higiene bucodental apropiados y los mantengan en su casa y en el colegio. También es importante que en el colegio se fomenten estos mismos hábitos. En RISUM Dental iniciamos una campaña para promover la salud bucodental infantil y regalamos un kit de limpieza dental especial a las niñas y niños que vienen a la consulta, además de explicarles, de forma divertida, cómo tienen que cuidar su boca.
El traumatismo dental en la infancia es una lesión muy frecuente. Si ocurre, no hay que dejarlo, pensando que el diente es de leche, que ya se caerá y saldrá el definitivo. Es imprescindible acudir a un odontólogo. Un golpe fuerte puede aflojar, desprender, fracturar o desplazar el diente. En RISUM Dental, nuestra Odontóloga especialista en Odontopediatría, te recomienda hacer lo siguiente según el caso: •Si el diente se cae íntegramente se recomienda transportarlo en un recipiente con leche desnatada o ponerlo debajo de la lengua (sin lavarlo) y acudir al odontólogo inmediatamente para que lo implante con el menor retraso posible. No se debe frotar intentando limpiarlo. •Si el diente desaparece en la encía con el golpe, se dice que “el diente se ha intruido”. Este traumatismo muy frecuente es el más complicado de tratar, se debe acudir al dentista para que realice una radiografía y decida la mejor solución para el paciente. •Si se fractura una parte del diente puede ser reconstruido con diferentes materiales, si vemos la parte del diente fracturada debemos llevarla al dentista porque puede ser útil para su reconstrucción. En caso de una fractura más compleja, puede ser necesario el tratamiento en los conductos del diente.
La lactancia materna , como no podía ser de otra forma, no sólo es la forma natural de alimentación del bebé sino que, además, cada día suma nueva evidencia científica que nos habla sobre todos sus beneficios. Recientemente, la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) ha defendido el beneficio de la lactancia materna para el correcto desarrollo oral de los bebés, evitando así que en etapas posteriores de la vida se tenga que recurrir a la ortodoncia. Y lo explican de una manera muy comprensible ya que al nacer, el tamaño del maxilar superior es mayor que el del maxilar inferior (mandíbula) que, además, se encuentra en una posición más retrasada. Cuando el bebé succiona el pecho de su madre, se estimula su musculatura bucal y esto favorece que la mandíbula avance desde esta posición más retrasada a una posición medial. Todo este movimiento es el que permite la succión (cuando el bebé sella el pezón con su boca) y la extracción de leche cuando lleva la mandíbula hacia adelante para sacar la leche). La SEDO informa que se ha comprobado que los bebés que han tomado pecho tienen menos posibilidades de tener discrepancias en el tamaño de los maxilares cuando se los compara con aquellos que sólo han sido alimentados con biberón. Por lo tanto, la lactancia materna es un factor muy importante para la salud de los bebés, por las siguientes razones: • evita anomalías dentomaxilofaciales y maloclusiones dentales (sobre todo mordida abierta), situaciones que requieren de ortodoncia para su corrección posterior. • promueve el adecuado desarrollo de la musculatura oral, favoreciendo la correcta función succión | deglución | respiración. En los bebés que han tomado solo biberón, se comprueba un mayor riesgo de deglución atípica, disfunción masticatoria, dificultades en la fonoarticulación del lenguaje y la respiración oral. • evita que se adquieran hábitos bucales perjudiciales para la cavidad oral, como chuparse el dedo o la tendencia a meterse cosas en la boca, ya que, cuanto más tiempo son alimentados por pecho, menos se chupan el dedo o recurren a chupetes, puesto que, en general, cubren sus necesidades de succión no nutritiva mediante la succión del pecho. Y aunque la leche materna no es el origen de esas caries de la primera infancia, es fundamental que los dientes de los bebés queden limpios, especialmente al dormir, porque tanto la leche materna como la artificial contienen azúcares que si se dejan ahí toda la noche pueden llegar a producir esas caries tan problemáticas. Como la lactancia suele darse 'a demanda', normalmente esto implica que se le dé el pecho también durante la noche, y sin limpiar la boca del bebé tras la toma nocturna. Es esa falta de higiene oral cuando el niño ya tiene piezas dentales lo que puede provocar las caries, no la lactancia materna. Por esta razón, es importante tener presente que debemos empezar las rutinas de higiene bucodental desde que aparecen las primeras piezas dentales, normalmente entre los 6 y los 9 meses, para prevenir la llamada caries del lactante.